Teo, la creadora                                                   
septiembre, 2014

 

Amo a mi abuela infinitamente; a esa que decía que ella no se llevaba secretos a la tumba.

Esta magnífica señora aceleraba corazones con alegría a través de sus manjares e inspiraciones. El martes tenía olor a panaché de verduras, el viernes sabía a pasta con tomates embriagadores, el mismo viernes en la tarde, el ácido perfumado del tamarindo sublevaba cualquier ánimo sombrío; y los domingos al mediodía, comenzaba a desaparecer de manera rauda y misteriosa, una torta  simple de vainilla que encontraba su fin a escasas horas de haberse hecho.

“Enséñame a hacer esos garbanzos tan ricos “—le decía yo—. Ella me respondía: “Tú sabes que yo no tengo medidas, ven a ver cómo se hacen, después practicas y tendrás tu versión. Ya verás como todo te queda rico y a tu manera, porque lo importante es que los quieres hacer”.

¡Honor a Teo!... en su paraíso de amor, constancia y aromas de un mundo siempre nuevo.

 

Nahir Márquez

Comentarios: 0